¿Puede P&G resistir la tormenta económica?Procter & Gamble, líder mundial en bienes de consumo, enfrenta actualmente significativas turbulencias económicas, reflejadas en recientes recortes de empleo y una caída en el valor de sus acciones. El principal catalizador de estos desafíos son las políticas arancelarias de la administración Trump, que han impactado directamente la cadena de suministro de P&G al incrementar los costos de materias primas y productos terminados importados desde China. Esta carga financiera, estimada en cientos de millones de dólares, obliga a P&G a reevaluar sus estrategias de abastecimiento, mejorar la productividad y, posiblemente, aumentar los precios de sus productos, lo que podría reducir la demanda del consumidor.
En respuesta a estas crecientes presiones y a una notable desaceleración en las tasas de crecimiento de categorías dentro de EE.UU., P&G ha iniciado un programa de reestructuración significativo. Esto incluye la eliminación de hasta 7,000 puestos de trabajo, lo que representa aproximadamente el 15% de su fuerza laboral no manufacturera, durante los próximos dos años. La empresa también planea suspender la venta de ciertos productos en mercados específicos como parte de sus ajustes estratégicos más amplios. Estas medidas decisivas buscan salvaguardar el desempeño financiero a largo plazo de P&G, aunque los ejecutivos reconocen que no resuelven los obstáculos operativos inmediatos.
Más allá del impacto directo de los aranceles, una incertidumbre económica generalizada y la disminución de la confianza del consumidor en EE.UU. complican aún más el entorno operativo de P&G. Datos recientes indican una caída sostenida en el sentimiento del consumidor, que influye directamente en el gasto discrecional y lleva a los hogares a ser más prudentes en sus compras. Este cambio, combinado con indicadores económicos negativos más amplios, como el aumento de las solicitudes de desempleo y más despidos en varios sectores, crea un panorama desafiante para las empresas que dependen del gasto robusto del consumidor. El futuro inmediato de P&G depende de su capacidad estratégica para mitigar el impacto de los aranceles, gestionar los precios y adaptarse a un clima económico volátil.
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STZ semanal, zona críticaEl gigante del consumo comienza la semana con el pie izquierdo, testeando así referencias críticas para el mediano plazo..
Gráfico que intenta mostrarse sencillo, podemos ver como en la mala rueda de hoy (el gráfico es semanal pero es lunes) lo que por un lado llevó a los precios debajo de 238 que era la referencia estática directa y que se vuelve el valor a recuperar, y testeando a su vez una confluencia de tres soportes: la media de 50 semanas, una tendencial alcista ya testeada por cuarta vez que viene de octubre 2020, y la más reciente una resistencia dinámica bajista que rompió al alza hace poco más de un mes.
Debajo de 230 se confirmaría el quiebre a la baja de los soportes mencionados, y que con el tiempo llevaría a una caída a los 210 dólares.
Recuperando los 238 ratificaría la oportunidad, y deberíamos buscar 250 para superarlos, que habilita 265 por donde pasa la resistencia dinámica que unió los últimos picos del papel.